La Secretaría de Energía creó el Programa Nacional de Etiquetado de Viviendas (Pronev), con el propósito de impulsar medidas de eficiencia energética en la construcción y refacción de inmuebles familiares, que representan más de la cuarta parte del consumo total de electricidad en todo el país. Lo hizo mediante la resolución 5/2023, en la que invita a las 23 provincias y a la Ciudad de Buenos Aires a adherir al programa a través de la firma de convenios con la Subsecretaría de Energía Eléctrica.
Con la norma también se creó el Aplicativo Informático Nacional de Etiquetado de Viviendas, para realizar la carga de datos de una vivienda y emitir la Etiqueta de Eficiencia Energética.
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“La implementación de un sistema de etiquetado de eficiencia energética de viviendas constituye una herramienta de política pública de fundamental importancia, ya que permitirá cuantificar el requerimiento energético de las viviendas de todo el territorio nacional, de manera de poder compararlas entre sí bajo un criterio unificado”, sostuvo la Secretaría de Energía en los considerandos de la medida.
Estándar de referencia
A partir de esa comparación, la Secretaría de Energía prevé “construir una línea de base que sirva de referencia para la elaboración de nuevos programas y el direccionamiento de mecanismos de incentivos, a los fines de mejorar las prestaciones energéticas de las viviendas y reducir el consumo de energía en los hogares”.
Las políticas tendientes a lograr estándares apropiados de eficiencia energética en las construcciones de viviendas se remontan al 2007. Fue en ese momento cuando se aprobaron los lineamientos del Programa Nacional de Uso Racional y Eficiente de la Energía (Pronuree).
En los considerandos de la norma se indica que el Aplicativo Informático Nacional de Etiquetado de Viviendas ya cuenta con más de 2600 usuarios activos y más de 3400 viviendas analizadas en la provincia de Santa Fe. Además, ya hubo ocho pruebas piloto en las que se analizó un total de 1357 viviendas de todo el país. En tanto, el organismo indicó que ya se dictaron 17 ediciones del Curso de Etiquetado de Viviendas (CEV), que alcanzaron a más de 800 profesionales de la construcción de 18 Provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Las políticas tendientes a lograr estándares apropiados de eficiencia energética en las construcciones de viviendas se remontan al 2007. Fue en ese momento cuando se aprobaron los lineamientos del Programa Nacional de Uso Racional y Eficiente de la Energía (Pronuree).
En los considerandos de la norma se indica que el Aplicativo Informático Nacional de Etiquetado de Viviendas ya cuenta con más de 2600 usuarios activos y más de 3400 viviendas analizadas en la provincia de Santa Fe. Además, ya hubo ocho pruebas piloto en las que se analizó un total de 1357 viviendas de todo el país. En tanto, el organismo indicó que ya se dictaron 17 ediciones del Curso de Etiquetado de Viviendas (CEV), que alcanzaron a más de 800 profesionales de la construcción de 18 Provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Baja de emisiones:
Un informe técnico de la Dirección Nacional de Generación Eléctrica indica que el sector residencial resulta fundamental representa el 27,4% del consumo energético final total del país. En tanto que el sector de las construcciones en general dio cuenta del 37% de las emisiones de CO2 relacionadas con la energía en el año 2021.
En consecuencia, el organismo consideró que “existe un gran potencial en este sector para la reducción de las emisiones de los gases de efecto invernadero y para la consecución de los compromisos de mitigación y adaptación al cambio climático asumidos por el Estado Nacional”.
Aunque aún no cuenta con la difusión que tiene en varios países de la Unión Europea, el etiquetado de viviendas ya está vigente en la Argentina y guarda similitud con el que rige para los electrodomésticos, con una certificación que prioriza un consumo más eficiente, de modo de combinar el ahorro sin resignar condiciones de confort.
En consecuencia, el organismo consideró que “existe un gran potencial en este sector para la reducción de las emisiones de los gases de efecto invernadero y para la consecución de los compromisos de mitigación y adaptación al cambio climático asumidos por el Estado Nacional”.
Aunque aún no cuenta con la difusión que tiene en varios países de la Unión Europea, el etiquetado de viviendas ya está vigente en la Argentina y guarda similitud con el que rige para los electrodomésticos, con una certificación que prioriza un consumo más eficiente, de modo de combinar el ahorro sin resignar condiciones de confort.
Fuente: El Cronista