Una insuficiente práctica de la normativa antisísmica podría haber contribuido al derrumbe de edificios durante los terremotos de Siria y Turquía registrados el pasado mes de febrero de 2023. Aunque los sismos fueron potentes, para los expertos los edificios construidos de forma correcta deberían haberse podido mantener en pie.
«La intensidad máxima de este terremoto fue violenta, pero no necesariamente suficiente para derribar edificios bien construidos», afirmó David Alexander, catedrático de Planificación y Gestión de Emergencias del University College de Londres. «En la mayoría de los lugares el nivel de sacudida fue inferior al máximo, por ende, podemos concluir que de los miles de edificios destruidos casi todos no cumplían ningún código de construcción antisísmica», concluyó el especialista.
Las normas de construcción se han endurecido en Turquía tras catástrofes anteriores, como la ocurrida en el año 2018. También se introdujeron normas de seguridad más estrictas luego del terremoto de 1999 en torno a la ciudad de Izmit, en el noroeste del país, donde murieron 17.000 personas.
Las últimas normas exigen que las estructuras de las regiones sísmicas utilicen hormigón de alta calidad reforzado con barras de acero. Las columnas y vigas deben distribuirse de forma que absorban eficazmente el impacto de los sísmos. Sin embargo, estas leyes se han aplicado mal. «En parte, el problema es la limitada adaptación de los edificios existentes, pero también, la escasa aplicación de las normas sísmicas en las nuevas construcciones», aseguró el profesor Alexander.
En este contexto, el gobierno ha concedido periódicas «amnistías de construcción», en la práctica, exenciones legales con el pago de una tasa, a aquellas estructuras construidas sin los certificados de seguridad exigidos. Los críticos de la excepción llevan tiempo advirtiendo que tales amnistías suponen un riesgo de catástrofe en caso de un terremoto de gran magnitud.
Hasta 75.000 edificios en la zona afectada por el movimiento en el sur de Turquía han recibido amnistías de construcción, según Pelin Pınar Giritlioğlu, responsable en Estambul de la Cámara de Urbanistas de la Unión de Cámaras de Ingenieros y Arquitectos de Turquía.
Pocos días antes de la última catástrofe, los medios de comunicación turcos informaron de la posible aprobación parlamentaria de un proyecto de ley que concedería una nueva amnistía para las obras de construcción recientes. El geólogo Celal Sengor declaró a principios de año que aprobar este tipo de amnistías para la construcción en un país desgarrado por las fallas geológicas equivale a un «crimen».
Después de que un terremoto mortal sacudiera la provincia occidental de Esmirna en el año 2020, un informe reveló que 672.000 edificios de Esmirna se habían beneficiado con la última amnistía. Este mismo informe citaba que el Ministerio de Medio Ambiente y Urbanismo había declarado en 2018 que más de 50% de los edificios de Turquía, equivalentes a casi 13 millones de obras, se habían construido infringiendo la normativa antisísmica.
Fuente: Jake Horton y William Armstrong para BBC Reality Check.