Las plantas de almacenamiento hidroeléctrico por bombeo del mundo han estado generando electricidad en secreto en remotos lagos de montaña durante el último siglo. Pero el cambio hacia fuentes de energía renovables provocará un severo aumento en las nuevas construcciones.
Con vistas a la belleza desigual de las Tierras Altas de Escocia, Coire Glas, un valle en forma de herradura que sostiene un claro lago de montaña sobre las orillas de Lochy, parece un lugar improbable para construir un megaproyecto.
En este lugar remoto rodeado de pinos, un equipo de trabajadores de la construcción excavan un túnel a través de la roca que esperan forme parte de una nueva y enorme instalación de almacenamiento de energía.
El trabajo en el túnel exploratorio, que mide 4 m de ancho y se extenderá hasta 1 km hacia la ladera de la montaña escocesa, comenzó en mayo de 2023 y se espera que continúe durante la mayor parte del año 2024 a medida que la compañía eléctrica SSE, confirme los diseños para una sala de turbinas cavernosa a gran profundidad.
SSE dice que su propuesta de planta de almacenamiento hidroeléctrico por bombeo en Coire Glas, que eventualmente comprenderá una presa de 92 m de altura y dos embalses, conectados por un sistema de túneles y una sala de turbinas, duplicará con creces la capacidad del Reino Unido para almacenar electricidad durante importantes períodos.
Dicha instalación, la cual emplea tecnología utilizada durante casi un siglo para almacenar la electricidad generada por las turbinas eólicas marinas de Escocia, podría proporcionar energía suficiente para abastecer a tres millones de hogares durante 24 horas.
Ciertamente, el concepto es bastante simple: se construirá una presa a través de Coire Glas, formando un embalse superior. Durante los períodos de baja demanda de energía o de generación excedente, la electricidad se utilizará para bombear agua desde Loch Lochy hasta el embalse a 500 m de altura, acumulando energía. Luego, cuando la demanda es alta, o la generación de otras variables es baja, la energía se libera utilizando el agua para generar hidroelectricidad.
«Coire Glas es un ejemplo clásico», dice Matt Sykes, director responsable de los equipos de estructuras civiles y túneles de la compañía Arup. “El proyecto implica no sólo cavar un túnel a través de la montaña, sino también enormes instalaciones subterráneas, incluida una caverna de energía que probablemente tendrá alrededor de 50 m por 30 m por otros 30 m. Todo ello debe llevarse a cabo con el menor impacto posible para el ambiente”, afirma.
«Desde el punto de vista de la ingeniería, Coire Glas es un gran desafío», dice Sykes. “Con solo acceder al sitio, estás frente a una hora en un vehículo especialmente modificado. Por lo tanto, cualquier contratista tendrá que considerar cómo llevar la maquinaria, posiblemente dos o tres tuneladoras, hasta allí. Sería muy costoso transportar mucho concreto a un lugar tan remoto, por lo que construir la presa es todo un desafío. Además, el sitio se encuentra en la línea de falla de Great Glen, por lo que potencialmente existen algunas características geológicas bastante desafiantes dado que la falla ha alterado la roca”.
Los megaproyectos de almacenamiento por bombeo actualmente en construcción incluyen la planta hidroeléctrica de Kannagawa cerca de Minamiaki en Japón, que cuando se encuentre completamente terminada en el año 2032 brindará una capacidad total de 2.820 MW; y Snowy Hydro 2.0 en Nueva Gales del Sur, Australia, cuya culminación se espera hacia el año 2028.
“Los nuevos esquemas de almacenamiento por bombeo, como Coire Glas, son cruciales para lograr cero emisiones netas”, sostiene el ingeniero Sykes. “En este momento, en todo el mundo, estamos pagando mucho dinero para detener nuestras turbinas eólicas cuando arrecia el viento, porque una vez excedida la demanda, no existe forma de almacenar esa energía. La belleza del almacenamiento por bombeo se basa en una tecnología centenaria que nos permite acumular esa energía de forma limpia para cuando la necesitemos. No podremos lograr cero emisiones netas sin ese sistema”, concluye Matt Sykes.