Un destacado profesor de gestión de la construcción inglés ha culpado de los problemas aparentemente intratables de la industria, incluida la escasez crónica de habilidades, edificios defectuosos y fracasos empresariales, a la adopción gubernamental de ciertas desregulaciones en las normas constructivas.
El profesor de gestión de la construcción en la Universidad de Reading durante 21 años, y director de su Escuela de Medio Ambiente Construido entre 2010 y 2017, Stuart Green, dijo que la ex primera ministra Margaret Thatcher abandonó la práctica gubernamental de larga data de aliviar las fluctuaciones en la demanda de construcción encargando viviendas públicas y otras obras, colaborando para controlar el desempleo y mantener una base de habilidades y capacidad en el sector.
Como resultado, los contratistas adoptaron una estrategia de “flexibilidad estructural”, que Green definió como “la capacidad de expandirse y contraerse sin problemas de acuerdo con las fluctuaciones de la demanda”. Comenzaron a deshacerse de tantos costos generales como fuera posible, incluida la capacitación, el empleo directo y la inversión en productividad, todo mientras trasladaban el riesgo a sus cadenas de suministro. “La realidad es que, a lo largo de las últimas cuatro décadas, muchos contratistas han dejado progresivamente de asumir la responsabilidad de la tarea física de la construcción”, dijo Green,
“El modelo de negocio durante ese período ha cambiado fundamentalmente, de modo que ya no depende de mejorar la productividad. El riesgo de una baja productividad simplemente se transmite a la cadena de suministro. Así que el modelo de negocio dominante de lo que ahora llamamos contratistas de primer nivel es principalmente un ejercicio de negociación de contratos. No se dedican a la construcción, se dedican al comercio por contrato. Están preparados para recibir el dinero lo antes posible y pagarlo lo más tarde posible”, afirmó el profesor Green.
El profesional entiende que el punto de inflexión se produjo el viernes 15 de octubre de 1982, cuando el llamado Grupo de los Ocho (un conjunto de instituciones profesionales, asociaciones industriales y sindicatos) se reunió con Thatcher para pedirle ayuda en la recesión de principios de los años 80, como siempre habían hecho los gobiernos. «Por supuesto, recibieron un mensaje muy claro de Margaret Thatcher: Los despidió diciendo que si no eran capaces de entregar obras de calidad, entonces traeremos contratistas extranjeros. Entonces, volvieron a sus salas de juntas y se embarcaron en un curso de acción diferente: la adopción del modelo estratégico de flexibilidad estructural”.
Según Green, el cambio de paradigma acarreó resultados los cuales aparecieron rápidamente en las estadísticas nacionales: una creciente dependencia de la subcontratación; el auge de los contratistas especializados y el declive de las empresas denominadas “oficios principales”; la pérdida de aprendizajes; y el crecimiento constante de la precarización de la fuerza laboral hasta el punto en que casi el 50% de los empleados de la construcción son nominalmente autónomos.
“No podemos entender acontecimientos de cisne negro, aparentemente no relacionados, como el colapso de Carillion, la catástrofe de la Torre Grenfell y el cierre de emergencia de escuelas defectuosas en Edimburgo, sin considerar este cambio fundamental que atravesó la industria. Cuando hablamos de las cosas que no funcionan, en realidad terminamos hablando de las consecuencias no deseadas de iniciativas anteriores realizadas en nombre de la modernización. Las empresas no tienen certeza de qué proyecto van a tener en marcha el próximo año: ese conforma un claro desincentivo para invertir en su propio futuro; para emplear personas directamente; para invertir en nueva tecnología; y es un claro desincentivo para apostar por la fuerza laboral. Estas son las acciones que ahora lamentamos como problemas con las ‘formas tradicionales de trabajar’ pero, en verdad, son las externalidades del camino recorrido. Me temo que los presagios de la modernización están directamente implicados en los fallos que suceden a nuestro alrededor”, concluyó el especialista.
Fuente: https://www.bimplus.co.uk/