El proyecto de Estaciones de Transferencia para el Sistema Integrado de Transporte de la Municipalidad de São Paulo, Brasil, implicó la remodelación y mantenimiento de paradas de ómnibus ubicadas en importantes avenidas de la ciudad, entre ellas, Nove de Julho y Rebouças.
En su concepción, el objetivo de los diseñadores estructuralistas era crear un proyecto capaz de albergar un refugio mínimo, ofreciendo un diseño limpio y una estética aerodinámica, para permitir una acotada interferencia en el paisaje a través de la transparencia de sus esbeltos perfiles metálicos.
Dada su importancia en el paisaje urbano, los bocetos y maquetas de las paradas de autobús forman actualmente parte de la colección del Museo Pompidou de París.
En su momento, el llamado a licitación proponía un módulo mínimo de 8 metros que sumados constituirían estaciones de 16 y 40 metros. El desafío radicó en crear estructuras metálicas tubulares y prefabricadas a los fines de llevar a cabo un montaje exigente respecto del plan de trabajos propuesto.
«El problema fue colocar esos módulos en calles en pendiente, ya que se creaban ‘escaleras’ difíciles de sortear», explica Marcelo Barbosa, arquitecto y socio del Estudio Bacco. Asimismo, según este profesional, el proyecto consideró que las estructuras debían sobrevivir al menos 50 años, de ahí la importancia de actualizar y mantener correctamente los puntos sensibles de cada pieza.