María Peralta y Oscar Cabrera conforman, en sus roles de Decana y Vicedecano, la cúpula que lleva adelante la gestión de la Facultad de Ingeniería de Olavarría (FIO). Hijos directos de la citada institución, reflexionan en esta entrevista acerca de la historia de la Facultad de Ingeniería y ensayan respuestas al futuro profesional.
-El Instituto Universitario de Olavarría fue pensado en 1969 como una herramienta para la generación de recursos calificados que aportarán a la industria regional. Desde entonces, pasaron en 54 años muchas cosas que mutaron aquel objetivo. ¿Cuál entienden que ha sido la clave de una supervivencia institucional exitosa?
OC: -Coincido en que la Facultad fue creada para dar servicios a una empresa, particularmente. En ese momento la sociedad olavarriense no visualizaba lo que podía llegar a ser esta institución, y hoy contamos con tres Facultades en la ciudad. Nos convertimos en una urbe que produce conocimientos, forma profesionales de grado y de posgrado. Imaginar que el conocimiento tenía un valor semejante no era usual, y me parece que allí radica uno de los elementos distintivos de la FIO. El desarrollo y progreso de una sociedad está muy ligado a la generación del conocimiento. Ha sido un acierto histórico cambiar ese rumbo inicial, donde nos formaban para ir a trabajar en una determinada empresa, a esta realidad de hoy mucho más profunda, más amplia. Pudimos generar un plantel propio de docentes con alta capacitación, armar núcleos de investigación, transferir el conocimiento al medio, tener un rol social importante. Esa instalación de la institución, a su vez, motoriza la constante búsqueda de nuevos recursos y capacidades. Se arma una red de movimientos y alternativas que en su momento no estaba pensado, y eso va solidificando el rol de nuestra Facultad, tanto hacia adentro como hacia afuera de ella.
MP: -Hemos evolucionado en estos 54 años, y más rápidamente en el último tiempo, de la mano de la transformación de las demandas y atendiendo al rol social que la Universidad Pública tiene. Institucionalmente hemos logrado un crecimiento continuo en cada una de las actividades que caracterizan la función institucional, tal como la producción de conocimiento y cómo impacta, la formación de recursos humanos, la extensión, la formación continua. Así hemos llegado al día de hoy con un entendimiento desde el interior de la Universidad que nos hace pensar que el rol social es clave y acorde a la dinámica del contexto, por lo cual, tiene que evolucionar. Especialmente debe evolucionar en función de los vertiginosos cambios actuales del entorno.
-¿Puede dar más precisiones acerca de los cambios en las demandas?
MP: -Sí, podemos hacerlo atendiendo las funciones de la Universidad antes mencionadas, la docencia, la investigación y la extensión. En docencia, estamos incorporando en el rediseño de los Planes de Estudio lo que ha sido producto de debates y reflexiones a nivel nacional y local, que permitieron el diseño de nuevos estándares para la formación de un profesional acorde a lo demandado por el medio productivo y de servicios. Por otro lado, también la investigación y la extensión que nutren a la docencia, nos han permitido evolucionar a partir de las demandas en cuanto a la adecuación de temáticas de estudio y metodologías de trabajo. Por ejemplo, hoy se trabaja con y en el territorio. En un momento la extensión en la Universidad significaba que era la Universidad la que salía al territorio. Hoy la extensión se nutre del territorio, aprendemos juntos y resolvemos juntos las situaciones. Eso se ha incorporado en la currícula a través de las prácticas socioeducativas. Los mencionados conforman ejemplos de adaptación histórica que la institución ha tenido que hacer.
-Da la sensación de que la docencia, la investigación y la extensión corren paralelas…
MP: -Sí, están integradas. La investigación también se ingresa al aula. ¿Por qué? Porque todos los avances del conocimiento logrados en ese plano se transfieren a nuestros estudiantes. La investigación responde a la demanda de un mundo globalizado y esos nuevos saberes derraman al aula en el proceso educativo.