Jorge Tobar Palma, ingeniero civil estructural de la U. Chile, C.E.O CLANN INGENIEROS y director de AICE, analiza en este artículo sus impresiones respecto del empleo de la madera en las obras de ingeniería estructural. En Chile, el uso de la madera se regula mediante la Norma NCh1198.
La madera ha adquirido un rol fundamental en la construcción moderna, destacándose como un material que combina excepcionales cualidades estructurales y medioambientales.
Como ingeniero civil estructural, director de la Asociación de Ingenieros Civiles Estructurales (AICE) de Chile e integrante del Subcomité de Madera, he observado cómo este material se posiciona como una alternativa viable y sostenible en proyectos de diseño y construcción.
Su capacidad para reducir la huella de carbono de las edificaciones ha generado un interés creciente, pero es esencial garantizar que su uso cumpla con las normativas vigentes y los estándares de seguridad más rigurosos.
En Chile, la utilización de madera en estructuras se regula mediante la Norma Chilena NCh1198, que establece requisitos específicos relacionados con diseño, materiales, ejecución y mantenimiento. Esto asegura que las construcciones diseñadas con este material puedan resistir las cargas aplicadas, garantizar la durabilidad frente a condiciones ambientales y cumplir con las exigencias de seguridad contra incendios.
Para alcanzar estos objetivos, los ingenieros estructurales deben realizar análisis exhaustivos y aplicar avanzadas técnicas de diseño, asegurando que las propiedades del material se integren eficazmente en el proyecto.
La madera presenta importantes ventajas, como su naturaleza sostenible, ya que es un recurso renovable el cual, bajo una gestión forestal adecuada, contribuye significativamente a la reducción de emisiones de carbono. Su uso permite, además, una construcción más rápida y eficiente en comparación con materiales tradicionales, optimizando tiempos y costos.
Sin embargo, también enfrenta desafíos que deben abordarse cuidadosamente. Aunque es un material combustible, los avances en tratamientos ignífugos y diseños han mejorado su resistencia al fuego. La durabilidad de la madera puede verse comprometida por factores como la humedad, insectos u hongos, lo que requiere tratamientos especializados y estrategias de diseño que minimicen dichas exposiciones. Además, su incorporación exitosa en la construcción depende de una correcta interpretación de las normativas y un alto nivel de especialización por parte de los profesionales involucrados.
En un contexto sísmico como el chileno, las estructuras mixtas representan una solución prometedora, ya que combinan las ventajas de la madera con las propiedades de otros materiales, maximizando la seguridad y funcionalidad. Es fundamental continuar investigando y desarrollando técnicas que permitan aprovechar al máximo el potencial de este material, integrándolo de manera eficiente en proyectos que respondan a las demandas actuales de sostenibilidad y resiliencia.
La madera no solo redefine las posibilidades de la ingeniería estructural, sino que también representa un compromiso con un futuro más sostenible y responsable. Su uso adecuado, respaldado por normativas y conocimientos técnicos sólidos, asegura que pueda cumplir su promesa como un material clave para la construcción de estructuras seguras, duraderas e innovadoras.