Elevado sobre el río Hudson, el Puente George Washington conecta Nueva York y Nueva Jersey. En su estructura se han reemplazado 592 cables de una de las vías más transitadas del mundo. La empresa sueca Skanska, especializada en construcción y desarrollo, fue la contratista única del proyecto.
El reemplazo de los cables tensores es una de las principales tareas dentro del programa “Restoring the George”, una iniciativa de $2 mil millones impulsada por la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey para la renovación integral de esta estructura de casi un siglo de antigüedad. Este esfuerzo concluye un proyecto de siete años destinado a sustituir los 592 cables que unen los imponentes soportes principales del puente con su calzada, según informó en un comunicado Rick Cotton, director ejecutivo de la Autoridad Portuaria.
«El Puente George Washington es el más transitado del mundo y un eslabón esencial en la red de transporte de la región, además de un pilar clave para la economía local», señaló Cotton. «El reemplazo de los cables tensores es el eje central de la rehabilitación completa de esta estructura».
Gestionar el reemplazo de los cables en un puente en funcionamiento requirió una planificación meticulosa y un alto nivel de experiencia, explicó Kevin O’Toole, presidente de la Autoridad Portuaria. Durante casi una década, los trabajadores han llevado a cabo la sustitución metódica de cada uno de los cables de acero originales, manteniendo al mismo tiempo la operatividad del puente vehicular más utilizado del mundo.
«Reemplazar los 592 cables tensores del Puente George Washington es una hazaña notable de la ingeniería estructural», destacó O’Toole en el comunicado. «Durante siete años, nuestros equipos planificaron meticulosamente y trabajaron con precisión y perseverancia para garantizar que el puente siga siendo seguro y confiable para los millones de personas que dependen de él».
En cada punto de anclaje a lo largo del puente, los trabajadores aseguraron primero cables temporales para soportar el peso de la estructura antes de retirar los cables existentes. Una vez instalados y fijados los nuevos cables, desconectaron los soportes provisionales y avanzaron al siguiente tramo.
Según el comunicado, los cables tensores varían en longitud desde 11,5 metros hasta 205,5 metros, siendo los más extensos los ubicados cerca de las torres del puente. Además del reemplazo de los tensores, el proyecto incluyó la rehabilitación de los cables principales del puente. Los trabajadores recubrieron los 26.474 alambres de acero compactados dentro de cada cable principal. También añadieron una envoltura elastomérica y un sistema de deshumidificación para protegerlos contra la corrosión y prolongar su vida útil.
Con la finalización del reemplazo de los cables tensores, la Autoridad Portuaria centrará ahora sus esfuerzos en la reapertura de la acera sur del puente, cerrada desde 2023. El sendero renovado contará con un nuevo cruce peatonal en Hudson Terrace, nuevas plazas de acceso y una rampa accesible de 4,2 metros de ancho, entre otras mejoras. Su reapertura está prevista para 2026, y a partir de entonces, los peatones disfrutarán de un uso exclusivo de la acera sur, mientras los ciclistas estarán restringidos a la acera norte.