El voraz incendio de un edificio en Valencia, el cual ha provocado 10 muertos, ofrece una inquietante conclusión: aboca a revisar la tecnología de edificación en España, especialmente en los proyectos datados durante el “boom” inmobiliario (1997-2007), opinan los expertos.
El devastador incendio en un edificio ubicado en Valencia, el cual arrojó el luctuoso saldo de 10 víctimas mortales, genera una preocupante conclusión: la urgencia de revisar la tecnología de construcción en España, especialmente en obras materializadas durante el auge inmobiliario de los años 1997 al 2007. Sin embargo, todo dependerá de los resultados de la investigación en curso.
La ministra de Ciencia de Valencia, Diana Morant, señaló que, paralelamente a la investigación, se buscarán soluciones para evitar futuros incidentes. Como resultado, se contempla la posibilidad de desarrollar un nuevo catálogo de soluciones para actualizar los códigos de construcción y revisar posiblemente los edificios existentes en España con características similares a los afectados en Campanar. El Ministerio ha encargado un estudio al Instituto de Ciencias de la Construcción “Eduardo Torroja”.
Las sospechas sobre la magnitud del incidente apuntan a un cóctel de circunstancias, incluido el material inflamable utilizado en el revestimiento de la fachada. La «piel» exterior de aluminio del edificio, posiblemente compuesta de polietileno de alta densidad, junto con la lana de roca, pudo haber contribuido al rápido avance del fuego en un día de intensos vientos. Se investiga si la segmentación de los sectores de incendio era suficiente o si se necesitan nuevas exigencias para aumentarla.
Algunos expertos sugieren que el origen del incidente pudo radicar en la lámina de aluminio (composite) utilizada como primera capa del edificio. Dicha lámina, delgada pero rígida, se compone de aluminio con un núcleo interno de polietileno de alta intensidad, el cual arde a altas temperaturas y puede arrojar gotas ardientes. La falta de sectorización y el efecto chimenea en la cámara de aire de la “fachada ventilada” podrían haber contribuido a la rápida propagación del fuego.
En España, los edificios residenciales con fachadas de composite de aluminio no son comunes, y este tipo de acabado se ha utilizado principalmente en edificios de oficinas o propiedades de lujo. La necesidad de realizar inspecciones más exhaustivas, no solo del material, sino también de la solución total empleada en la fachada, se plantea como una posible medida preventiva.
Las inspecciones técnicas actuales se realizan visualmente desde el exterior, sin evaluar integralmente el estado del edificio. El incendio en Valencia destaca la importancia de considerar la naturaleza del material, así como la solución de fachada en su conjunto durante las inspecciones.
A medida que se investiga el suceso, se espera que se implementen medidas para mejorar la seguridad en la construcción y prevenir tragedias similares en el futuro.
Fuente: La Vanguardia.