Rehabilitación Sísmica
El proyecto de rehabilitación sísmica del York Hall fue galardonado al reconocerse la actualización de los sistemas estructurales de este edificio pionero de la Universidad de California en San Diego, Estados Unidos, preservando así su valioso patrimonio arquitectónico e institucional. La rehabilitación sísmica del edificio York Hall en la Universidad de California, San Diego, conforma un excelente ejemplo de los desafíos que enfrentan los ingenieros sísmicos en áreas propensas a terremotos, al modernizar edificios antiguos para prolongar su vida útil y resiliencia sísmica. Los diseñadores deben demostrar cuantitativamente el cumplimiento de los estándares sísmicos modernos, mientras cualitativamente, preservan elementos críticos del patrimonio social y comunitario. Construido en 1966 y compuesto por cuatro estructuras sísmicamente separadas, el York Hall, diseñado por Donald Neptune y Joseph Thomas, es notable por su estética de “estructura como arquitectura”. El complejo de estilo modernista de mediados del siglo XX, enmarca prominentemente el lado este del histórico Revelle College, con su ala oeste encaramada sobre una arcada de columnas rodeada de aletas de hormigón prefabricado que proporcionan sombra a los pasillos exteriores en cada nivel. Es uno de los edificios originales del complejo educativo y ha sido referido por sus administradores como “el corazón de nuestro campus”. Todo lo que hace icónico a York Hall también lo convirtió en un riesgo sísmico inaceptable. Las columnas estriadas, las aletas prefabricadas y sus componentes listados como “características contribuyentes de significancia histórica”, carecían de la ductilidad sísmica para cumplir con el objetivo de rendimiento sísmico de la Universidad de California (UC). Al actualizar el edificio, la preservación de dichos elementos históricos conformó una prioridad. La Política de Seguridad Sísmica de la UC establece los requisitos de rendimiento sísmico para la rehabilitación de edificios existentes en todo el sistema de la Universidad de California. El estándar establece dos niveles de rendimiento que deben cumplirse según la metodología de rehabilitación descripta en la Norma ASCE 41-17: Evaluación Sísmica y Rehabilitación de Edificios Existentes y la Categoría de Riesgo Sísmico del edificio. Cada una de las alas sísmicamente independientes del edificio York Hall se clasifica como Categoría de Riesgo III según el número de ocupantes. El primer nivel de rendimiento es la Seguridad de Vida para demandas sísmicas basadas en un espectro de respuesta específico del sitio con una probabilidad del 20% de excedencia en 50 años. El segundo nivel de rendimiento es la Prevención de Colapso para un espectro de respuesta específico del sitio con una probabilidad del 5% de excedencia en 50 años. La Política de Seguridad Sísmica de la UC también requiere que los peligros relacionados con la caída de componentes del edificio sean mitigados como parte de la rehabilitación sísmica, un requisito el cual demandó la evaluación, restauración y reparación de las cientos de aletas de hormigón prefabricado que rodean cada edificio. Otra alta prioridad para la universidad fue mantener el edificio operativo durante la renovación. Como la principal instalación de biología y química de pregrado en la UCSD, York Hall es uno de los edificios más utilizados en el campus. Las clases y la investigación financiada por subvenciones que se llevan a cabo en el espacio no podían ser interrumpidas o pausadas durante la rehabilitación. LPA Design Studios, la oficina de arquitectura e ingeniería a cargo de la obra, propuso un enfoque integrado y basado en datos. Trabajando como un equipo unificado de arquitectos e ingenieros estructurales, LPA guió al equipo de gestión de proyectos de la UCSD a través de un proceso que exploró múltiples estrategias de rehabilitación sísmica y equilibró un amplio conjunto de prioridades para minimizar las intervenciones estructurales visibles, controlar los costos, minimizar los impactos operativos y de carbono incorporado, y mantener la operación continua del complejo de edificios durante la construcción. Las estrategias de rehabilitación sísmica fueron el punto de partida para cada concepto de diseño iterativo, por lo que los ingenieros estructurales de LPA lideraron las sesiones de coordinación colaborativa con el propietario, el arquitecto y el contratista desde las primeras fases del proyecto, asegurando que la arquitectura histórica, los sistemas de edificios ininterrumpidos y la constructibilidad fueran respetados con cada evolución subsiguiente de la estrategia de rehabilitación sísmica. El resultado es una rehabilitación sísmica galardonada por la National Council of Structural Engineers Association (NCSEA) que actualizó sin problemas los sistemas estructurales mientras preservaba una pieza importante de la historia regional. En el proceso, el proyecto logró millones en ahorros de costos y creó un nuevo modelo para rehabilitaciones sísmicas en el campus. Fuente: https://issuu.com/structuremag/docs/july_2024_structure
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