Organizado por la International Federation for Structural Concrete (FIB), se presentó una ponencia del profesor Alper Ilki, quien compartió sus observaciones de campo sobre los terremotos de Turquía y Siria acaecidos en el mes de febrero de 2023. El reconocido profesor de Ingeniería Estructural de la Universidad Técnica de Estambul (ITU), Ing. Alper Ilki, experto en evaluación de la seguridad sísmica y reacondicionamiento de estructuras de hormigón armado y mampostería, fue invitado por la International Federation for Structural Concrete (FIB), a efectos de brindar sus puntos de vista respecto de los terremotos de Kahramanmaraş y Hatay ocurridos en el mes de febrero de 2023. Los denominados “terremotos de Turquía y Siria” fueron devastadores eventos que tuvieron un impacto significativo en la región. El primer terremoto, el cual tuvo lugar el 6 de febrero a las 04:17 AM hora local, fue el más intenso con una magnitud de 7.8. Se originó a 34 km al oeste de la ciudad de Gaziantep y mostró una intensidad Mercalli máxima de XI, vale decir, de “una destrucción extrema”. “Los efectos del primer terremoto fueron catastróficos. Ocasionó daños generalizados en infraestructuras y edificios, y lamentablemente, se reportaron decenas de miles de muertes como resultado directo del evento. El mismo se considera el sismo más mortífero y poderoso en Turquía desde el terremoto de Erzincan de 1939, y junto con ese sismo, es uno de los más destructivos en la historia del país después del terremoto de Anatolia del Norte en 1668”, opinó el Ing. Ilki. Este terremoto también tuvo un particular impacto en la región circundante. En Siria, se registró como el más mortífero desde el ocurrido en Alepo en 1822. Además, el impacto se sintió en países cercanos como Líbano, Israel, Chipre y la costa turca del mar Negro. Dichos países también experimentaron especiales daños estructurales. El segundo terremoto ocurrió como una réplica inusualmente intensa, aproximadamente, 9 horas después del sismo principal. Tuvo una magnitud de 7.5 y causó el colapso de algunos edificios que ya habían sufrido daños durante el primer terremoto. Este segundo evento generó pánico en toda la región, ya que las personas estaban lidiando con las consecuencias del terremoto principal y enfrentaban una réplica significativa que amenazaba aún más a las estructuras y su seguridad. Para el especialista, el mantenimiento de las citadas estructuras sometidas al movimiento del suelo resultó un factor decisivo. “Los documentos de evaluación y diseño sísmico existentes no contienen una guía específica detallada sobre el análisis del desempeño sísmico de las estructuras de concreto reforzado (RC) existentes que han sufrido corrosión. Esto puede causar una consideración insegura de la corrosión del refuerzo y, en consecuencia, una evaluación sísmica engañosa de tales estructuras. En un estudio efectuado, seis columnas se sometieron a diferentes niveles de proceso de corrosión acelerada (causando diferentes niveles de daño, de leve a severo) y luego se probaron bajo carga lateral constante axial y cíclica inversa. El aspecto original del estudio es la clara demostración del negativo efecto de la corrosión sobre la capacidad de deriva de las columnas. Además, con base en los resultados de las pruebas, proponemos un método para calcular la capacidad de deformación de las columnas de CR en función del nivel de corrosión para una evaluación confiable de la seguridad sísmica”, afimó en su disertación el profesor de Ingeniería Estructural de la Universidad Técnica de Estambul, Ing. Alper Ilki.