La población local de Alemania está disminuyendo y, con ella, el número de estudiantes de ingeniería.La problemática afecta los mecanismos de la economía de ese país. Robert Weiss creció en Alemania y ayudaba a su padre a arreglar autos en su tiempo libre. Fue una de las razones por las cuales cambió por ingeniería, trabajando en las industrias ferroviarias y automotriz de Alemania antes de pasar a la academia. Hoy, como decano de la Facultad de Ingeniería Mecánica y Mecatrónica de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Karlsruhe, se resiste a confirmar que los estudiantes no se encuentran interesados como antes en los campos técnicos. Hace cinco años, había un promedio de siete postulantes para cada puesto en su programa, dijo a la prensa. Hoy, ese número se ha reducido a tres. «Es un problema para la universidad. Queremos que nuestros programas sean lo más completos posible y capacitar a todos los ingenieros. Pero ello ocasiona un impacto en la industria y la economía si no tienes suficientes ingenieros trabajando», afirmó. La ingeniería alemana es mundialmente conocida por su calidad e innovación. Pero esa marca permanece bajo amenaza. La cantidad de estudiantes interesados en obtener títulos universitarios en STEM (abreviatura de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) cayó un 6% en solo un año, según un estudio de la Agencia Federal de Estadísticas alemana. En la actualidad, muchos países luchan contra la escasez de mano de obra calificada, pero Alemania se ha visto afectada en dos frentes. Sus ingenieros y especialistas técnicos se están jubilando al mismo tiempo que Alemania necesita llevar a cabo una masiva transformación verde y digital, una tarea demandante de un ejército de trabajadores capacitados en TI, ingeniería y otros campos técnicos avanzados. En abril de 2022, al país le faltaban alrededor de 320.000 especialistas en STEM, según un informe del año 2022 del Instituto Económico Alemán (IW) en Colonia. Las últimas cifras de inscripción muestran que la situación no está mejorando. «Los temas de STEM aún no reciben la apreciación merecida por su importancia económica y social», escribió el Ministerio de Educación e Investigación de Alemania (BMBF) en un plan de acción destinado a impulsar el interés en STEM. La presión para innovar es enorme en este momento, y para eso, se necesitan especialistas, sentenció Axel Plünnecke, líder del grupo «Educación, Innovación y Migración» del instituto IW. La pregunta es si Alemania puede conseguirlos en cantidades suficientes. «Si no puede, la competitividad se verá afectada y las empresas deberán reubicarse en otras regiones», reflexionó. Últimamente, Alemania registró un nivel muy elevado de inmigración en ciertas materias técnicas. En los últimos 10 años, el número de titulares de pasaportes indios, por ejemplo, que trabajan en ingeniería o informática en Alemania, ha aumentado de 3.800 a 25.000, vale decir, un 558%. Especialistas de Egipto, Túnez y Marruecos son cada vez más requeridos, pero la idea de que «per se todos los trabajadores calificados del mundo» quieren venir a Alemania es «lamentablemente una ilusión», dijo el ministro de Trabajo de Alemania, Hubertus Heil. Actualmente, el gobierno trata de agilizar el proceso de inmigración de la mano de obra calificada. Los obstáculos burocráticos y la falta de digitalización, pueden hacer que los trabajadores extranjeros esperen meses hasta obtener el derecho a trabajar en el país. La falta de mano de obra necesaria puede significar una mayor presión sobre el personal existente, una menor productividad, y el riesgo de perder negocios frente a jugadores cada vez más competitivos, como China, quien ha invertido significativamente para desarrollar su industria de maquinaria. Autora: Kristie Pladson (DW).