Torre Le Schuylkill

Construida en 1963, la Torre Le Schuylkill fue el primer rascacielos erigido en Mónaco. Ocupando una posición destacada en Monte Carlo, la torre residencial ofrece vistas panorámicas al Puerto Hércules del principado, con vistas al palacio real, el casco antiguo y el Mediterráneo. Invitada por el propietario a realizar un estudio de viabilidad sobre la torre, Zaha Hadid Architects (ZHA) evaluó el potencial de desarrollo y la magnitud de las obras necesarias para renovar el edificio existente. Tras un análisis exhaustivo, ZHA fue designada junto con la firma local Square Architecte para renovar y ampliar la torre. Las obras de construcción han comenzado, y se prevé su finalización en el mes de mayo de 2027. Con 188 departamentos que van desde estudios pequeños hasta unidades familiares de cuatro habitaciones, la torre existente se encuentra en un terreno empinado con una pendiente de 22 metros entre sus límites norte y sur. Los siete pisos más bajos están construidos en la roca, mientras que los 17 pisos superiores se dividen en tres bloques individuales, cada uno con un núcleo de circulación vertical en el lado norte del edificio. La renovación y remodelación de la Torre Le Schuylkill por parte de ZHA respeta el deseo del cliente de conservar el legado de diseño de la estructura existente, trabajando dentro de las limitaciones del edificio de 60 años y elevando, al mismo tiempo, los estándares de alojamiento a los esperados por los residentes de Mónaco. La renovación reemplaza los dos pisos superiores de la torre (que habrían requerido las obras de reconstrucción más extensas) con tres nuevos pisos soportados por la estructura existente del edificio. La introducción de nuevos pisos conserva la estructura original de 1963 y crea seis nuevos áticos con inigualables vistas al puerto de Monte Carlo. Aumentando la superficie del piso de la torre de 32.000 m² a 41.000 m² manteniendo la huella de la estructura original, la renovación también incluye una nueva entrada para residentes con un mostrador de conserjería en la Avenida de la Costa. La reconfiguración y renovación de todos los interiores residenciales, así como la ampliación de los balcones originales para convertirlos en salas de estar al aire libre para cada departamento, también están incorporadas en el programa de necesidades. Tras un exhaustivo estudio, monitoreo y modelado, la estructura de hormigón existente se reforzará para cumplir con las estrictas normas sísmicas requeridas en Mónaco y dar cuenta de los nuevos áticos instalados en la parte superior de la torre. Esta nueva estructura de los pisos 15 a 18 es de acero liviano y bajo en carbono (XCarb), posibilitando que los áticos incorporen paredes totalmente acristaladas con perfiles mínimos, diseños de planta abierta y voladizos para grandes terrazas al aire libre. Una nueva fachada de pantalla cerámica proporciona una cámara ventilada y aislamiento térmico. La renovación redefine la silueta de la torre en su cima, al tiempo que mejora la conexión del edificio con la Avenida de la Costa. Paneles de aluminio recubierto forman el revestimiento de las nuevas terrazas y balcones, mientras que se instalará un dosel de acero inoxidable trabajado sobre el vestíbulo de acceso. La torre renovada se considera un edificio descarbonizado por la eliminación de suministros de energía a base de combustibles fósiles y su reemplazo por fuentes de energía renovable. Además de preservar la estructura de hormigón existente, así como el reciclaje y reutilización de componentes, la selección de materiales, productos, equipos técnicos y sistemas, ha contribuido a reducir las emisiones de carbono durante toda la vida útil de la nueva obra. La evaluación del carbono de la torre resultó en un impacto global de 623 kgCO2e/m², cumpliendo con el umbral del “Desafío Climático RIBA 2030” de 625 kgCO2e/m². El programa de renovación obtiene 75/80 puntos en todas las categorías del esquema de acreditación ambiental BD2M que evalúa factores como el uso de materiales ecológicos, monitoreo del consumo de energía, análisis de confort en verano, desarrollo ambiental del proyecto, estanqueidad de la envolvente y gestión del sitio. Introduciendo sistemas de reciclaje de agua de lluvia y agua gris para reducir el consumo de agua, la renovación también mejora el rendimiento térmico de la envolvente del edificio, optimiza la protección solar e instala un sistema de gestión de residuos. Se arriba, de esta forma, a una notable reducción en la demanda de energía total de la torre, al reemplazar los servicios originales del edificio con un nuevo sistema conectado a la red de enfriamiento de agua de mar del distrito, proporcionando en paralelo, agua caliente y fría a todos los departamentos. Para potenciar aún más el uso de la estructura original de la torre, se incorporaron nuevos espacios comunes, incluyendo un gran comedor con instalaciones de catering para que los residentes puedan entretener a grandes reuniones de amigos y familiares, así como un nuevo salón club, gimnasio, piscina y spa.

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