La cúpula del Panteón
Casi dos mil años después de su construcción, la cúpula del Panteón de Roma sigue siendo la estructura de hormigón masivo sin armaduras más grande del mundo. Su altura hasta el óculo, es decir, el hueco central que la corona, y el diámetro del círculo interior son iguales y ascienden a 43 metros. Si bien probablemente los romanos no inventarion el hormigón, puesto que existen evidencias de usos anteriores, fueron quienes desarrollaron su uso hasta límites antes impensados. La receta básica del hormigón aplicada por los romanos se detalla en el libro “De Architectura”, clásico del arquitecto romano Vitruvio publicado 100 años antes de la construcción del Panteón. En sus páginas Vitruvio describió cómo hacer hormigón a partir de cal y arena puzolánica, un tipo de ceniza volcánica emplazada cerca de Nápoles, la cual era mezclada con masa rocosa. Se han utilizado diversos agregados a los fines de brindarle al hormigón diferentes densidades. La piedra caliza travertino brindó a los cimientos del Panteón una densidad de 2.200 kg por metro cúbico, mientras que para la cúpula se eligió una piedra más liviana. Las puzolanas, compuestas de materiales ricos en sílice y aluminio, no ofrecen propiedades cementosas en sí mismas, pero cuando se mezclan con agua reaccionan químicamente con hidróxido de calcio a temperaturas ordinarias, para formar compuestos cementosos. Fue el genio romano en la utilización de este material la base de la durabilidad de la cúpula, permitiéndole resistir dos milenios sin la utilización de barras de acero. El emperador Adriano encargó su construcción en el sitio ocupado por el antiguo templo romano de Agripa dañado en el incendio del año 80 dC, y fue concluido en el 126. Su tipología de planta circular, antecedida por un pórtico rectangular elevado, es una de las innovaciones de la arquitectura romana sobre sus antecedentes griegos. En el 608, Bonifacio IV pidió transformarlo en la Basílica de Santa María. Evidentemente la obra fue testigo de la historia de la humanidad, y aun en la actualidad, su cúpula, un verdadero prodigio estructural, nos continúa asombrando.