Un importante número de muertos y destrozos severos fue el saldo del terremoto de magnitud 7,5 que sacudió la costa oeste de Japón el lunes 1º de enero de 2024, según informaron las autoridades de Ishikawa.
Un devastador terremoto sacudió la península de Noto en Ishikawa, Japón, el pasado lunes 1º de enero de 2024 en horas de la tarde, derrumbando edificios, provocando incendios y generando alertas de tsunami en lugares tan lejanos como el este de Rusia.
Casi 24 horas después de producido el terremoto, La Agencia Meteorológica de Japón levantó todos los avisos de tsunami a lo largo de la costa occidental del país, pero aun permanecía limitado el acceso al sector norte de la apartada península de Noto.
Según el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS, por sus siglas en el idioma inglés), más de 35 réplicas de magnitud superior a 2,5 se verificaron en las cercanías del epicentro del terremoto de Japón en las 24 horas posteriores al suceso. De dichas réplicas, una fue superior a 6,0; 12 fueron de 5,0 o más y 22 fueron superiores a 4,0. Los sismólogos advirtieron que las réplicas podrían perdurar por meses.
Transcurrida una semana del catastrófico evento, unos 45.700 hogares se encontraban sin electricidad, al tiempo que el Ministerio de Defensa envió 1.000 militares para ayudar en las diversas tareas de rescate y recuperación, afirmó ante los periodistas el ministro de Defensa, Minoru Kihara.
Como consecuencia del fenómeno, cuatro trenes de alta velocidad quedaron varados entre las ciudades de Toyama y Kanazawa, en el centro de Japón, tras el temblor de magnitud 7,5. El servicio permaneció interrumpido durante más de 11 horas. Casi 1.400 pasajeros quedaron entonces varados dentro de los trenes de alta velocidad, de acuerdo a un comunicado emitido por Japan Railways West.