Los diseñadores enfrentan numerosos desafíos al crear estructuras sostenibles. Factores como la forma, la orientación y los cálculos estructurales, pueden afectar la eficiencia y sostenibilidad del proyecto. Sin embargo, la decisión más crucial es elegir apropiados materiales de construcción.
Definir un material de construcción sostenible implica varios aspectos. Debe ser altamente duradero, de origen local, un material reutilizado o una innovación completamente nueva con propiedades revolucionarias. En esencia, la sustentabilidad abarca todas estas características, lo cual es esencial recordar cuando examinamos las tendencias que dan forma a estos notables productos.
El mercado de materiales y productos de construcción sostenibles ha experimentado un crecimiento sustancial a medida que la industria de la construcción se esfuerza por ser más conocedora, considerada y respetuosa con el ambiente. Algunos expertos incluso consideran la «construcción ecológica» como un mercado en sí mismo, prediciendo que alcanzará un valor global de 774.000 millones de USD para 2030.
Entre los diversos aspectos que contribuyen a la construcción sostenible, los materiales y productos de construcción ecológicos son particularmente innovadores, intrigantes y estimulantes. Es una perspectiva emocionante anticipar dónde surgirá la próxima innovación revolucionaria en los próximos años. En las siguientes líneas se presentan y analizan tres de ellos.
El bambú es un material muy apreciado por sus propiedades sostenibles y se ha utilizado en la construcción mundial durante más de 7.000 años. Es abundante, versátil, ligera, fuerte y crece rápidamente. El bambú encuentra aplicaciones en varias áreas, como pisos, muebles y paneles acústicos. Con su creciente popularidad y producción, el bambú seguirá prevaleciendo en los edificios sostenibles durante muchos años.
Otro producto de madera sostenible que vale la pena mencionar es el corcho. Al igual que el bambú, el corcho crece rápidamente y su corteza se puede cosechar sin talar, lo que lo hace muy duradero. Mantiene su forma a pesar de ser flexible, posee cualidades impermeables y sobresale en absorción de impactos y aislamiento térmico. Estos atributos lo convierten en una excelente opción para baldosas.
En el extremo opuesto del espectro de materiales sostenibles, tenemos el vidrio inteligente, el cual puede ajustar su transparencia o propiedades de transmisión de luz para regular la cantidad de iluminación natural que ingresa a un edificio. Esta contribución activa a la eficiencia energética reduce la necesidad de refrigeración y ayuda a mantener una temperatura estable. Si bien la tecnología era inaccesible anteriormente debido a los altos costos, los avances recientes indican que el vidrio inteligente pronto estará ampliamente disponible.
Fuentes: architectureanddesign.com.au