La obra analizada consistió en la construcción de un sistema de grandes muros de contención destinados a encauzar los caudales del arroyo Saladillo, donde se produce un salto de aproximadamente 30 metros. Esta infraestructura no solo resolvió una problemática hidráulica de magnitud, sino que también se convirtió en un caso de éxito de ingeniería estructural aplicada a la protección urbana y a la mitigación de riesgos en una zona de alta vulnerabilidad. El diseño contempló además el impacto ambiental y la integración del entorno, lo que dotó al proyecto de un carácter integral.

Durante el seminario se expusieron los principales desafíos técnicos y logísticos que demandó la ejecución. Entre ellos se destacó el prearmado de grandes armaduras de acero, la organización de la producción en planta, las modificaciones necesarias en los equipos de izado y el desarrollo de métodos específicos que permitieron cumplir los plazos previstos sin resignar calidad ni seguridad.

El relato de la experiencia mostró cómo la combinación de planificación minuciosa, innovación tecnológica y coordinación interdisciplinaria posibilitó superar obstáculos y alcanzar óptimos resultados en una obra de alta complejidad.

Las presentaciones estuvieron a cargo del Arq. Sebastián Bellomini, analista técnico comercial en la Oficina Técnica de ArcelorMittal Acindar, con amplia experiencia en revisión de planos estructurales y elaboración de propuestas técnicas, y del MMO Kevin Luna, jefe de planta en TENSAR SA y cofundador del Estudio J4, especialista en prearmado de estructuras y asistencia técnica en proyectos de obra pública. Ambos compartieron no solo aspectos técnicos, sino también la experiencia adquirida en la interacción entre diseñadores, constructores y proveedores, resaltando la importancia del trabajo en equipo en el éxito alcanzado.

El encuentro dejó en claro que La Cascada del Saladillo constituye hoy un referente en la ingeniería argentina, al demostrar cómo la combinación de soluciones estructurales innovadoras y una gestión eficiente puede transformar un desafío hidráulico en una obra capaz de conjugar seguridad, eficiencia y proyección a largo plazo para la infraestructura regional.