Demolición de una torre
La Autoridad del Valle de Tennessee llevó a cabo la implosión de una torre de enfriamiento en desuso en Hartsville, eliminando riesgos estructurales, recuperando materiales y preparando el predio para futuros desarrollos. La estructura había sido construida en la década de 1970.
El pasado jueves 18 de septiembre de 2025, la Autoridad del Valle de Tennessee (TVA) realizó la demolición controlada de una torre de enfriamiento hiperbólica de 165 metros de altura en el predio de Hartsville, en el condado de Trousdale, estado de Tennessee, Estados Unidos. La estructura había sido construida en la década de 1970 como parte de un proyecto nuclear que nunca llegó a concretarse y, desde entonces, permaneció inactiva.
Con el paso del tiempo, la torre se convirtió en un punto de acceso para visitantes no autorizados, generando riesgos tanto para quienes ingresaban ilegalmente como para los equipos de primera respuesta en caso de emergencias.
Por esta razón, la TVA decidió su implosión, llevada a cabo a las 6:30 de la mañana del ya mencionado 18 de septiembre mediante un procedimiento de demolición controlada a cargo de contratistas especializados. El operativo se realizó bajo estrictas medidas de seguridad, sin acceso al público ni a aeronaves privadas, aunque la propia TVA documentó la operación con drones oficiales.
La decisión de retirar la torre responde a un plan integral de la TVA destinado a eliminar infraestructuras obsoletas, mejorar la seguridad y habilitar nuevos usos para terrenos abandonados. En este sentido, los materiales resultantes no serán descartados: el hormigón será triturado para su empleo en superficies de almacenamiento de maquinaria pesada y bases de gravilla, mientras que el acero será reciclado.
Según lo informado por las autoridades, aunque aún no existe un proyecto definido para el predio exacto que ocupaba la torre, se están evaluando alternativas que respondan al crecimiento energético y demográfico de la región, que actualmente supera la media nacional. Además, parte de las instalaciones de Hartsville ya se utilizan como oficinas satélite y espacios de almacenamiento de equipos que sirven a otros proyectos de la TVA.
Con esta intervención, no solo se elimina un riesgo latente, sino que también se refuerza una estrategia más amplia de gestión de activos, donde el desmantelamiento de estructuras en desuso se convierte en una oportunidad para la reutilización de recursos y la planificación de nuevos desarrollos en el Valle del Tennessee.
















