El fuego en el hormigón
El artículo “Efecto del fuego sobre la resistencia al punzonado en losas de hormigón,” escrito por el Ing. Civil Héctor Eduardo Ludzik, destaca en el número 64 de nuestra Revista IE, medio de comunicación técnica de la Asociación de Ingenieros Estructurales (AIE). Este trabajo aborda los efectos catastróficos que los incendios pueden generar en las estructuras, especialmente en el fenómeno del punzonado, que ya es complejo a temperatura ambiente. La elevada temperatura añade incertidumbre al comportamiento de las losas de hormigón. Se presentan conclusiones de diversos ensayos realizados en los últimos años, así como métodos para evaluar y estimar la resistencia al punzonado en condiciones de fuego. Tradicionalmente, el fuego ha sido considerado una amenaza seria para la seguridad de los edificios, afectando negativamente las propiedades mecánicas del material y causando dilatación térmica que induce deformaciones y «acciones indirectas». Se ha asumido que el hormigón se comporta adecuadamente frente al fuego, basando los criterios de diseño en ensayos de exposición al fuego «estándar», que generalmente establecen requisitos de recubrimiento. Sin embargo, la validez de este enfoque es discutible, dado que las condiciones de calentamiento en incendios reales pueden diferir significativamente, y el enfriamiento también suele no ser considerado en las verificaciones. El artículo incluye un análisis del colapso de las estructuras del estacionamiento de Gretzenbach, Suiza, en 2004, como un ejemplo claro de la complejidad del punzonado como mecanismo de falla en condiciones de incendio. A pesar de la percepción de que el hormigón es un material no combustible y una barrera térmica eficaz, aún hay vacíos en la comprensión de su comportamiento real durante un incendio. El comportamiento del hormigón en estas condiciones se encuentra intrínsecamente ligado a las propiedades del material y la temperatura. Debido a su baja difusividad térmica en comparación con el acero, se generan fuertes gradientes de temperatura dentro de las piezas de hormigón expuestas al fuego, lo que, junto a su alta inercia térmica, implica que la región central de la pieza puede tardar considerable tiempo en calentarse. Es posible acceder al texto completo de este interesante artículo ingresando aquí: